Este 1 de diciembre se conmemora el Día Mundial del SIDA que tiene como principio promover la solidaridad mundial, promover la responsabilidad compartida y mostrar los avances más recientes en la investigación de los tratamientos que causa esta enfermedad.
Con todo este tema del Covid-19 que ha colocado como el tema principal de diálogos y debates a nivel mundial, no podemos descuidar que hay otra pandemia que avanza sin piedad. Alrededor del mundo más de 77 millones de personas han contraído el VIH .
A pesar de los importantes avances en los tratamientos que se han descubierto, este virus ha matado a más de 35 millones de personas de las cuales 690.000 murieron el año pasado que fue el 2019.
Gracias a la ciencia la terapia antiviral diaria ha cambiado un diagnóstico de VIH de una sentencia de muerte a lograr hacer que los portadores de este virus puedan tener una esperanza de vida casi normal.
Pero aunque todo suene bonito en el mundo aun existen millones de personas que aún no tienen acceso a la terapia antirretroviral (ART) y al tratamiento que necesitan a diario. El costo por el tratamiento de este virus no es barato, tan solo durante un período de 16 años, el mundo gastó aproximadamente US$ 560.000 millones en VIH. Con 1,7 millones de nuevas infecciones por año y cada persona que vive con el VIH prácticamente necesita tratamiento de por vida, mantener inversiones tan enormes es un desafío.
Una cura del VIH, por el contrario, mitigaría las consecuencias económicas y de salud a largo plazo del virus y eventualmente reemplazaría el tratamiento diario. Esto facilitaría el ahorro de costos que podría liberar recursos de salud para otras enfermedades prioritarias.
Sabemos que una cura es posible gracias a los informes de casos de dos hombres, Timothy Brown y Adam Castillejo, que se curaron del VIH tras un trasplante de células madre.
Además, las intervenciones combinadas que estimulan el sistema inmunológico han dado lugar a curas en los monos. Dado el alto nivel de seguridad, la evaluación de muchas intervenciones ahora está completa, lo que permite ensayos clínicos de estrategias de cura combinada que ahora están en marcha.
Para que la cura del VIH tenga el máximo impacto, debe ser asequible, factible y aceptable en todos los países más afectados por el virus. Esperamos que con todas las investigaciones que se están realizando y la aplicación de nuevos métodos, un día se logre encontrar una cura que ponga fin a una enfermedad que ha cobrado la vida de millones de personas y tiene atadas a muchas con tratamientos de por vida.
Existe otra manera de atacar esta enfermedad y es cuidarse utilizando métodos anticonceptivos, hacerse chequeos frecuentemente. Pues tener una responsabilidad en el tema ayuda a reducir los contagios.
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