En la actualidad con tantas cosas que se nos han complicado como personas solemos pensar mucho en cómo vamos a solucionar los retos que se nos presentan día con día.
Hace unas noches ví a mi esposa muy preocupada pues acababa de ver una noticia sobre ataques a mujeres en mi país y ella estaba muy desconcertada, tenía miedo, recuerdo que esa noche se la pasó pensando de la realidad que estamos viviendo con la inseguridad en las calles, tres días la observé con cara de cansancio pues los que somos padres queremos un buen futuro para nuestros hijos.
Le pregunté y me dijo que se sentía frustrada y pensaba sobre cosas pasarán a futuro en este tema, que ya no se puede caminar seguro por las calles y que si nuestra hija iba a estar segura.
Por otra parte, a mí me frustraba el hecho de que las ventas en mi negocio habían bajado más de lo normal, honestamente llevaba semanas pensando en cómo sacar a flote las cuentas, la renta del local así cómo los servicios tanto de la casa como del negocio. Mi cerebro no paraba de pensar y procesar tantas cosas.
A esto se le sumaba el que ya necesito hacer contenido en internet más seguido si es que quiero un día poder mantener mi página y conseguir los recursos para seguir en este mundo de internet.
Sentía una gran carga mental que se tornó en insomnio, y es qué cuando me iba a acostar y todo quedaba en silencio era cuando más mi cerebro me recordaba cosas y comenzaba la tortura mental. Es más, no sabía ni a qué hora ni en qué momento me quedaba dormido, solo sé que al despertar me sentía como si me hubiese ido toda una semana de parranda.
Y así estaban varios de mis conocidos que estaban peleando su propia lucha personal por tantas cosas que pasan. Últimamente todos estamos sobrepensando, nos estamos matando solitos con tanta preocupación, no estamos dejando a nuestra mente, alma y cuerpo descansar correctamente. No dejamos ese receso para que nuestro cerebro pueda procesar lo aprendido en el día y darle tiempo al tiempo.
Sobrepensar roba energía, te hace torpe ya que tu mente siempre andará cansada y es justo en este punto cuando comienzas a tener fallos en el sistema operativo por así decirlo.
Se te olvidan las cosas, te sientes mal de salud, tus movimientos se vuelven torpes y hasta pierdes coordinación en tus manos al grado de que todo lo que tocas se te cae y rompe.
Creo que es momento de que comiences a hacer pausas, olvídate de por un rato de todo, cuando llegues a tu casa a descansar, métete a bañar, come algo rico, prepárate un té y ve algo en tu televisión, esas cosas que te hacían feliz como una caricatura, una serie favorita, retoma la lectura de ese libro, medita, escribe, duerme y date paz a ti mismo o misma.
Créeme, de nada sirve que todo el tiempo estés pensando en cómo solucionar las cosas sabiendo que en ese momento no puedes hacer nada, cómo por ejemplo; pensar a las 3:00 de la mañana que vas a lavar el carro, —¡Son las 3:00 de la mañana carajo! No te vas a poner como loco (a) a lavar el vehículo a esa hora. Descansa que te aseguro que ya fresco y descansado (a) encontrarás mejores soluciones con mayor productividad.
A lo que voy es... Que ya no pienses demasiado, enfoca esa energía en puntos importantes, pero en tiempo y forma, no a las 3:00 de la madrugada como yo lo hice y que luego volvía a pensarlo en la mañana, otra vez en la tarde y luego nuevamente en la noche sin emplear una solución concisa.
Las cosas no son color de rosa para todos, hasta los ricos se frustran pues tienen un gran capital que manejar y cuidar. Ellos son los que más trabajan y los que más disciplina tienen, pero saben descansar.
Aprendamos a no sobrepensar tanto. Todo en balance ¿Te parece?
Atentamente Jonathan Sosa Mx.